Hoy lunes 8 de septiembre del 2025 podría ser un día histórico para nuestro país.
El Proyecto de Ley que busca identificar y proteger las rompientes aptas para la práctica
del surf y deportes afines llega a votación en la Sala de la Cámara de Diputadas y
Diputados, tras haber sido ya aprobado en el Senado.
Chile es un país de mar, con olas que han sido un regalo de la naturaleza y que hoy
representan mucho más que un escenario deportivo: son estadios naturales que
sostienen comunidades, generan empleo, impulsan el turismo y fortalecen la identidad
cultural de nuestras regiones.
A lo largo de nuestra extensa cosa destacan olas desde nuestro desierto hasta la
Patagonia, destacando especialmente localidades como Arica, Iquique, Antofagasta,
Portofino, La Serena, Maitencillo, Pichilemu, la costa de Maule y Ñuble extendiéndose
incluso hasta Valdivia, Carelmapu y Chiloé, entre muchas otras. Las rompientes chilenas
son reconocidas internacionalmente y han sido escenario de eventos deportivos de nivel
mundial, que proyectan a nuestros deportistas y posicionan a Chile como un destino
outdoor de clase global.
Un patrimonio para las futuras generaciones
Este proyecto busca garantizar que nuestras olas se protejan para el futuro.
Complementan otras actividades productivas, ofreciendo un camino de desarrollo
económico y social sostenible.
Cuidar nuestras olas es entregar la posibilidad de que nuevas generaciones se
desarrollen, disfruten, y encuentren oportunidades en torno al mar.
Llamado a la ciudadanía y a los Diputados
Hoy hacemos un llamado a toda la comunidad costera y deportiva, familias,
emprendedores del turismo, amantes del mar y a la ciudadanía en general a estar atentos
a esta votación.

Les invitamos a:
- Contactar a sus diputadas y diputados para que respalden esta moción que
protege un patrimonio único de Chile. - Compartir esta información para que más personas conozcan y apoyen la
importancia de proteger nuestras olas.
Las olas de Chile son nuestros estadios naturales. Son motores económicos, sociales y
culturales. Fueron regaladas por la naturaleza, y nuestra única tarea es cuidarlas para las
generaciones que vienen.
¡Hoy podemos dar un paso histórico para protegerlas!















