Podría sorprender a alguien haber visto a Maximiliano Cross, el “Duende”, celebrando su segundo lugar panamericano, en Perú, hace unos días, y luego compartiendo con ministros y autoridades del deporte nacional en galas formales, especialmente si no lo conociera bien y lo hubiera visto hace unos meses en Puertecillo, disculpándose en público por algún comportamiento poco presentable de la noche anterior, en que sus comentarios agudos habrían ofendido a algunas personas. O alguna otra situación en que, dentro o fuera del agua, pudo haber pasado a llevar alguna sensibilidad, con gestos o actitudes radicales, quizás agresivos a la primera impresión.
Para el que lo conoce mejor, y sabe de lo que es capaz, más que una sorpresa es un gran alivio de verlo ponerse al nivel de su talento, en una ocasión tan noble como representar a nuestro país en el escenario panamericano amateur, compitiendo por medallas y preparando el camino a los tan anticipados Juegos Olímpicos 2020.
Uno de los artistas de nuestro Surf, vistoso, rebelde, apasionado y espectacular, que le pone condimento a cualquier sesión o campeonato y lo hace tanto más interesante, ha hecho un proceso personal intenso, gozado, sufrido y trabajado, superando las distintas dificultades que él mismo ha permitido que lo perturben en el pasado. Habiendo aparecido por la playa de Reñaca con apenas algo más de 10 años, pasando mucho tiempo ahí, apadrinado por los surfistas mayores y siendo protagonista de su curioso ambiente playero urbano fiestero por más de una década, en que se presentaron y fueron bienvenidas todas las tentaciones imaginables, y heredero de una tradición familiar de caracteres fuertes y aventureros, las posibilidades de verse atrapado en los placeres eran bastante altas y haberse mantenido lúcido y enfocado, muchísimo más difícil y de verdad, un logro admirable. La competencia ha sido parte importante de ese proceso, con su exigencia de mantenerse “máquina” y la constante puesta a prueba.
Hace unos años, “Duende” vive en Rapa Nui con su pareja y se ha integrado en la comunidad local, localista y exigente de respeto, sensibilidad y algo de picardía, algo que no cualquiera logra, y ha experimentado una madurez que lo tiene hoy como representante de nuestro país en los compromisos internacionales, junto a Guille Satt, Nico Vargas y Manuel Selman, una selección de respeto y con posibilidades de pararse frente a cualquier país y competirle de igual a igual , todos grandes surfistas con años de experiencia viajando y compitiendo, a sus veintitantos, por lo que el futuro cercano promete bastante.
Miembro de esa élite sin duda por su talento y sus resultados, pero cargando todavía con una imagen volátil y conflictiva del pasado, Duende no ha contado con grandes apoyos financieros para recorrer el camino de la competencia internacional, caro, sacrificado y extremadamente competitivo, sino que ha tenido que inventarse los recursos y la manera de seguir su desarrollo, a punta de esfuerzo, la mente clara en seguir aprendiendo y progresando siempre, y saber que sólo depende de sí mismo para lograr sus metas, como ser campeón panamericano, campeón ALAS , competir en las Olimpíadas y dejar a Chile en lo más alto, clasificar al WCT, lograr establecerse como profesional con un buen sueldo, ahorrar para el futuro y la familia, entrenar niños y seguir siempre ligado al Surf. Ahora haber quedado en segundo lugar panamericano es una tremenda motivación para lo que se viene, pues las ganas de ganar el próximo año son más fuertes, el panamericano 2018 será nuevamente en Punta Rocas, Ola que le acomodó mucho, y ya es parte del proceso de clasificación para los Juegos Olímpicos de Japón 2020.
“Viajar es muy importante para el progreso, te actualizas y abres los ojos. Chile es una burbuja, muchos niños y jóvenes hoy día creen ser surfistas profesionales ganando campeonatos acá y piensan que el nicho chileno es todo. Chile es una buena escuela pero no lo es todo, hay que salir de la nube del ego, de todo muy fácil, la verdad la vida no es así.” Aparte de los campeonatos internacionales por equipos, su plan para el 2018 es participar en 10 fechas del WQS.
Hombre apasionado por casi todo, las relaciones humanas, una buena conversación, la belleza de la naturaleza, el Mar y su inmensidad, la Vida misma, le gusta asombrarse con las cosas simples y su belleza. Un guerrero dedicado a superarse y aprender, valora los errores y el fracaso como una forma de aprender a triunfar, y nunca rendirse.
“La aventura es para mí descubrir el mundo por mis propios medios, con el mismo asombro que mis antepasados, que llegaron en barco desde Escocia e Inglaterra a Chile. Siento que soy una copia fiel de ellos en ese sentido. Descubrir las cosas por ti mismo es muy valioso, la verdad es todo para mí en este mundo tan plástico y oscuro en el que nos movemos. No todo es como parece y las personas viven enceguecidas por cualquier mentira, supuestas verdades impuestas por los que mueven el mundo y nos quieren hacer creer que es como lo muestran ellos. El mundo está esperando por mí, por ti, por gente que lucha y que se asombra, que quiere ver felices a los demás. Somos una raza hermosa y nosotros mismos nos hemos separado por religiones y ambiciones absurdas, el mundo va para un lado equivocado, de mal en peor, pero el cambio está en uno y por uno hay que empezar. Los amigos y la familia, compañeros de la vida, los que comparten los momentos buenos y malos y tu visión de la vida, son todo para mí, cuidándonos los unos a los otros, cada uno con un rol, como una jauría de lobos. Doy todo por los míos.”
Por Matías López