Ante la intención de la empresa ESSBIO por la construcción de un tubo de desechos orgánicos con destino a una de las mejores olas de nuestro país.
La Puntilla de Pichilemu estaba siendo amenazada por la arremetida de parte de la empresa y la ignorancia de las autoridades al permitir la construcción de un Emisario Submarindo, ignorando a los miles de surfistas que visitan esa localidad en la sexta región de nuestro país. Sin embargo, el pueblo surfista de Pichilemu se unió junto al sindicato de pescadores en favor y respeto al hogar de Neptuno para que de esta forma y, con mucho esfuerzo se organizarán dos marchas por todo Pichilemu, juntando a cientos de jóvenes dispuestos a protestar para que la clásica ola de La Puntilla no fuera sacada de sus manos.

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