Molestia, tristeza e indignación. La tragedia ambiental en el fiordo Comau, producto de la gran floración de algas nocivas, ya sobrepasó las 5 mil toneladas de salmones muertos y lo peor está por venir: estas algas tóxicas al morir caen al fondo marino, entran en descomposición y son consumidas por bacterias que absorben el oxígeno, dando lugar a un fenómeno conocido como hipoxia, donde al no haber oxígeno en el agua, se generan zonas muertas.

250

La defensa corporativa y gubernamental sostiene que es un fenómeno natural, acentuado por el cambio climático y las alzas en la temperatura del agua provocadas por el fenómeno de El Niño, desconociendo los daños comprobados que provoca la industria salmonera. El biólogo marino y oceanógrafo Tarcizio Antezana señala que “las fecas más la materia orgánica de desechos de alimento que les dan a los salmones, genera eutrofización”. Es decir, que en el agua se acumula un exceso de nutrientes que sobrepasa la capacidad natural, generando floración de algas nocivas.

Una reciente investigación del medio periodístico Mongabay Latam se indica la existencia de 1407 concesiones otorgadas para criar salmones, inexplicablemente 416 de ellas se encuentran al interior de áreas marinas protegidas. También se detalla un estudio en el mismo fiordo Comau, entre 2003 y 2013, donde los análisis concluyeron en la dramática pérdida de su biodiversidad provocados por la eutrofización.

Sernapesca anunció que interpondrá una querella ante el Ministerio Público, mismo escenario que hemos visto por años, donde se aplican multas sin ninguna acción concreta dirigida a considerar cientifica y responsablemente lo que está y ha sucedido debajo de las jaulas.

Urge en Chile establecer una visión de uso integral y sostenible a los ecosistemas impactados, tanto por la industria salmonera, como minera, forestal o hidroeléctrica, con el fin de fortalecer el permisivo marco legislativo actual. Los intereses económicos de un sector no pueden prevalecer por sobre la preservación de la naturaleza.

Fotos: Greenpeace / Sernapesca

Nota: Aan Thiznau