El lunes pasado, hace ya una semana, un terremoto de 7,8 asoló a Nueva Zelandia, el que posteriormente causó un tsunami y obligó a evacuar las zonas costeras. El tsunami no causó ningún daño grave, excepto en un área conocida como Little Pigeon Bay, en la península de Banks, según medios de NZ. Estos poderosos sismos que golpearon Nueva Zelanda hace unos días son considerados por los científicos como unos de los más complejos de los que se tenga registro. Han tenido más de 2.000 réplicas y levantaron el lecho marino entre 2 y 2,5 metros por encima del nivel del mar, algo que nosotros conocemos muy de cerca y que está claro nos seguirá tocando en más de una ocasión.