A pesar de ser el gran enemigo de los surfistas en el agua, el tiburón tiene todas las de perder en esta relación.

El biólogo marino Scoresby Shepherd ha dicho que es probable que el incremento en los ataques de tiburón se deban a que ya no encuentra en los mares su principal fuente de alimentación, el atún, y por lo tanto tiende a un fenómeno llamado «cambio de presa».
Pero más increíble es notar que en Australia en los últimos 34 años se han registrado 32 muertes humanas por ataques de tiburón, pero anualmente se matan alrededor de 100 millones de tiburones por razones comerciales (por sus aletas, su aceite, su carne, etc). Esta suma está muy por encima del nivel de reemplazo de la especie ya que su reproducción parece ser muy lenta, lo que nos dice que una vez más podría el ser humano extinguir una especie si sigue con estas matanzas.
La organización WWF está trabajando para crear santuarios de estos animales en el océano Pacífico, y lograr así mantener parte del equilibrio ecológico al que todo y todos pertenecemos.