Con estos tiempos de lluvia, los embalses han aumentado su volumen y con ello han aparecido agentes imprevistos. Se ha asomado toda la basura que se había acumulado durante el período de sequía.
Es realmente triste observar esta acumulación de residuos, proveniente principalmente de los habitantes y veraneantes del lago Rapel, quienes al parecer han despreocupado su zona, considerando que esto sólo aflora ahora en invierno, cuando el lago no está tan lleno de visitantes. Pero el problema no se queda ahí, sino que ahora la preocupación es qué se hará con estos desechos. No se sabe si es que Endesa los filtrará y retirará o si por el contrario irán a parar al mar, lo cual sería realmente lamentable… Por el momento sólo nos queda tratar de crear conciencia sobre aquellos que habitan permanente o temporalmente la zona del hermoso lago Rapel, para que este episodio no se repita.

Información y fotos: Rodrigo Vargas