Hacía muchos años que conocía al Icha, pero solo en el agua y fue hace 10 años que por fin nos cruzamos palabras en Ritoque y estas fueron para retarme por haberme puesto al inside cuando era su turno, fue al estilo Icha, retando pero enseñando.
En la playa ya en el estacionamiento, se dió la posibilidad de conversar y lo primero que me dice “Solo dime Icha, no me digas señor ni esas estupideces ya que no soy tan viejo, mientras dejaba el traje en su auto con una sonrisa de sesión buena”.
En esa época se especulaba respecto de quienes eran los primeros surfistas y claro él junto a Calá, Lucho y Álvaro eran los de las historias locales entre Ritoque, Ventana y Horcón que se extendieron de norte a sur, lo que dio pié para muchas conversaciones en estacionamientos de cada playa donde nos encontramos (Los Pinos, Maitencillo, Ritoque, etc.)
“Honestamente me cargan los cabeza de tabla, el surf no es solo eso, es lazos con el lugar, con las personas. Así es como viajé con los muchachos, sin sponsors, sin marcas, solo un traje de baño que no tenía ninguna marca de surf, solo era traje de baño, simple. Así es como veo el surf, sin tanta pretensión, solo una justificación para juntarme a compartir experiencias y lugares” comentó Icha unta tarde en los Pinos con voz dura y tranquila recuerdo junto al Mambo Valenzuela.
Hoy Icha nos deja un espacio vacío de esos que muchos de nosotros nunca hemos sentido aquí. Pero este es un vacío que no podemos llenar con lágrimas, si no que de la memoria de este hombre que sin ser un maestro, enseño a generaciones valores y entregó amistad.
Gracias por ser solo Icha, un amigo.