El beach tennis en Chile tiene un nombre que resuena cada vez con más fuerza: Matías Sepúlveda. Desde que descubrió este deporte en 2015, su pasión por la arena, el sol y la música no ha dejado de crecer. Actualmente radicado en São Paulo, Matías ha llevado el tenis playa a un nuevo nivel dentro del país, representando a Chile en torneos internacionales y consolidándose como referente de esta disciplina.

Sepúlveda recuerda con entusiasmo cómo comenzó su historia: “Estaba dedicado al tenis convencional y uno de mis entrenadores, Juan Pablo Ramírez, tuvo la brillante idea de llevar al equipo a jugar beach tennis. Entramos a la cancha del Estadio Croata a “pata pelá”, comenzó la música, los saltos y voladas en la arena… y el vicio no paró nunca más. Un mes después me retiré del tenis y empecé mi carrera en el beach tennis”.

Para Matías, el atractivo del beach tennis va más allá de lo deportivo: “Lo que más me enganchó es la energía que se vive en este deporte. Risas, música, fair play, conocer nuevas culturas y playas… todo queda en la memoria”. La libertad de moverse en la arena, descalzo y al sol, y la posibilidad de mezclar movimientos de otros deportes como el básquetbol, consolidaron su lugar en este deporte.

Representar a Chile en competencias internacionales es un orgullo que Matías describe con emoción: “ Es uno de los sentimientos más lindos que vivo cada vez que me pongo La Roja”. Además, “Todos en el equipo compartimos la misma energía y propósito. No juegas solo ni esperas un resultado solo para ti; juegas con y para miles. Y no existe bandera más linda que la nuestra”.

Su carrera también ha enfrentado desafíos: en 2018, durante una final en Argentina, una fuerte exclamación provocó la filtración de líquido en la mácula de su ojo derecho, generándole maculopatía central serosa, que altera la visión y dificulta el juego. Actualmente, Matías se encuentra en Río de Janeiro realizando un tratamiento láser, respaldado por su agencia representante AG Vibration, con el objetivo de recuperar al máximo su capacidad visual y continuar compitiendo al más alto nivel.

A los nuevos jugadores, Matías les recomienda: “Elijan una playlist que les guste y dejen afuera todo el estrés y las preocupaciones mientras juegan. Este estilo de vida les traerá risas y experiencias inolvidables. Y recuerden: ¡siempre dejen la pala en alto, no como en el tenis o el pádel!”, comenta entre risas.

Como referente chileno, Matías promueve activamente el beach tennis: comparte contenido en redes sociales, responde consultas, imparte clínicas y partidos de exhibición, y actualmente es embajador de la primera liga internacional exclusiva para amateurs. Junto al Club de Playa Savory, impulsa la difusión de este deporte en Chile, acercando a más personas al mundo de los deportes de arena.

En sus sueños a gran escala, Matías imagina centros de entrenamiento en todas las regiones del país para disciplinas como beach tennis, vóley y surf, con un plan de difusión que motive a la población a sumarse a una vida activa en la playa. Entre sus metas personales, Matías sueña con competir en el Sand Series de Isla Reunión, en África, uno de los torneos más emblemáticos del mundo, al que asegura que algún día llegará.

Más allá del deporte, el beach tennis le ha enseñado valores clave: “El mar es un estabilizador emocional natural. La combinación de arena, música, sol y agua es prácticamente todo. No hay cosa más linda que el fair play dentro y fuera de la cancha. Conocer distintas culturas te enseña empatía y nuevas perspectivas”.

Matías Sepúlveda vive intensamente este estilo de vida: entrenamientos físicos, técnicos y tácticos, clínicas, exhibiciones y su rol como embajador de la liga internacional de amateurs lo mantienen siempre en movimiento, consolidando su influencia como referente del beach tennis chileno.Respecto a iniciativas como las del Club de Playa Savory, Matías destaca su impacto positivo: “Savory está llevando a cabo una campaña única con los deportes de arena, promoviendo vida sana, cuidado de las playas, empatía y tiempo de calidad. Además, muestran el potencial de nuestras playas para el deporte y apoyan a los atletas que representan nuestra bandera. Sin duda, están aportando al desarrollo de la cultura deportiva en Chile”.