Finaliza mayo y las tiendas de retail ya exhiben sus ofertas por otro cyber day con frases como oferta solo por tiempo limitado, promociones que invitan al sobreconsumo y con ello la enorme huella detrás de una industria responsable del 10% de las emisiones mundiales de CO2, es grande y está albergada en el norte de Chile. La historia de dos iquiqueñas que crecieron en la vulnerada realidad del derecho de vivir en un ambiente libre de contaminación; ellas unieron una comunidad para poder rescatar y educar desde la importancia de reparar, reutilizar, intercambiar y ser conscientes con la compra.
“Tras años de rebuscar en los cementerios de ropa usada repartidos en los alrededores de Alto Hospicio, en el desierto de Atacama, su ojo está tan afinado que es capaz de hallar tesoros escondidos. Donde yo veo montones de escombros y ropa desechada, ella encuentra colores y texturas de telas inspiradoras con las que llena rápidamente dos sacos que también encuentra allí, pues, sabe dónde buscar.”, describió Franco Calderón, escritor iquiqueño, autor de Imaginando desde el desecho.
El 2021 fue el año en que se hizo viral que el desierto de Atacama era uno de los mas grandes vertederos del mundo; el 2022 se quemó gran parte de esas montañas de ropa usada, que mantuvieron a la comunidad cercana por más de dos semanas respirando los vapores tóxicos que esta quema conllevó. Pero donde el mundo vio una catástrofe, una nueva generación que habita la zona, vislumbró una posibilidad de cambio.
Ángela Astudillo y Francesca Hidalgo son parte de esa generación que busca un cambio. “Que más personas vean cómo poder transformar residuos en cosas impensadas. Su trabajo es prueba de que la ropa puede tener un significado distinto y necesario al contar la historia de un lugar, como por generaciones hicieron las antiguas artesanas textiles andinas, un mensaje que se puede transmitir con todo tipo de materiales, aún con los descartes. Después de todo, no hay nada más fértil que el rebusque en lo que está a la mano, sus posibilidades son infinitas”, resaltó el Calderón.
Oportunidades
“Hasta el lugar más abandonado puedes volverlo hermoso con lo que tienes a mano”, afirma Astudillo, quien es responsable de talleres para niños y adultos a través de organizaciones como Desierto Vestido, la Asociación Gremial de Economía Circular y Fundación Manito Verde. Por su parte, Francisca Gajardo, es diseñadora de vestuario y activista del upcycling con quien ha hecho dupla para un concurso de diseño a partir de reciclaje textil.
“Las marcas tienen que asumir su responsabilidad, tener su propia trazabilidad, implementar pasaportes digitales, lo que sea necesario para conocer el recorrido que sigue su ropa. Y después, deberían poder recuperarla para volver a trabajar con ella. Pero también la industria tiene que reducirse. Estamos al borde de la extinción con la crisis climática y hay marcas que siguen sacando hasta 52 colecciones al año. Es estúpido», recalcó Gajardo.
Jenny González, presidenta de la Junta de Vecinos San Lorenzo de El Boro, destacó que «somos una comunidad de inmenso sacrificio (…) estamos rodeados de vertederos y cargamos con el estigma social de ser tratados como una zona de sacrificio. Hay mucho que mejorar, pero los que estamos aquí amamos este lugar. Podríamos tener un centro de reciclaje establecido donde los vecinos puedan trabajar».
“La importancia de la calidad detrás de las prendas, dejar de lado la inmejorable oferta o renovar porque está barato, son algunas de las sentencias que debemos eliminar de nuestro imaginario colectivo. La calidad por sobre la cantidad, repensar nuestras acciones sobre el consumo y tomar responsabilidad no solo individual, sino también como industria, edicar, dar visibilidad de que este modelo no es rentable para nadie, ni para el planeta, ni para nuestras comunidades.”, destacó Macarena Sánchez, directora de Medio Ambiente de Patagonia Chile.
En estos días de alto consumo, Patagonia invita a evaluar la responsabilidad y el impacto que estas acciones pueden tener. Una historia de la realidad de Alto Hospicio, a trsvés de un corto: De desechos a tesoros: Voces desde los cementerios textiles en Chile – YouTube. Y también “La era de la basura barata”, el documental sobre cómo la era del sobreconsumo nos podría destruir a todos.
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Sobre Patagonia
Estamos en este negocio para salvar nuestro hogar, el planeta Tierra. Fundada por Yvon Chouinard en 1973, Patagonia es una empresa de ropa outdoor con base en Ventura, California. Como Empresa B certificada y miembro fundador de 1% para el Planeta, la compañía es reconocida internacionalmente por la calidad de sus productos y su activismo ambiental, así como por sus contribuciones de casi 200 millones de dólares a organizaciones ambientales. Su particular estructura de propiedad refleja que la Tierra es su única accionista: Las ganancias que no se reinvierten en el negocio se pagan como dividendos para proteger el planeta.