Nazaré fue como dijo Peter Mel un experimento para el Circuito Big Wave, pero de esos que realmente son peligrosos. Las condiciones eran de una mar desordenado, de esos que hace unos años casi le cuesta la vida al chileno Rafael Tapia el chileno especialista en esta ola. Así lo evidenciaron Cristian Merello y Ramón Navarro, los dos chilenos en competencia en este evento mundial.
«Las condiciones eran complicadas, realmente difíciles, en el primer heat estaba con todo, pero ya en el segundo después de un par de pagadas, quedé muy cansado y traté de buscar la ola perfecta pero no la alcancé a tomar y no me permitió avanzar a la final este evento, pero lo bueno es que estoy completo, sin lesiones para seguir participando de este circuito sin problemas, lo cual es muy positivo dado la gran cantidad de accidentes que se dieron en este evento. Ahora estoy feliz de estar aún entre los 10 mejores del mundo y le doy las gracias a todos mis amigos y chilenos que me han apoyado por las redes, créeme que eso da mucho ánimo al momento de buscar un argumento para entrar al agua, así que les doy las gracias a todos en Chile por el gran apoyo y ahora a pensar en la siguiente parada del tour.» Comentó el Pichilemino ya instalado en hotel más recuperado del tremendo día que le toco pasar.
Ahora que pasó con Ramón Navarro, lamentablemente no pudo pasar de primera ronda, le quien hoy todavía es uno de los emblemas más importantes del surf nacional, supo saca frutos de esta experiencia y seguro volverá por su revancha para la próxima crecida de esta ola que hoy premió al Australiano Jamie Mitchell con el título del evento.