Es increíble como cada día aparecen nuevas explicaciones de por qué tantas especies animales están en peligro de muerte constante. Ahora la última investigación, realizada por Wiley-Blackwell y publicada en el Integrative Zoology, dio a conocer que la contaminación acústica submarina provocada por grandes embarcaciones, sonares, submarinos, investigación petrolera, pruebas navales, entre otros, pueden provocar serios daños en los animales. Estos efectos pueden varias desde pequeñas repercuciones en unos, hasta incluso la muerte de otros más propensos.
Los animales marinos usan sonidos para comunicarse y también para averiguar acerca del medio ambiente, por lo que si estas ondas se ven interrumpidas por otros ruidos, pueden llegar a ocurrir problemas como el que se vio hace unas semanas en el sur de Australia, donde fueron a varar cientos de cetáceos. Esto se debe a que ellos no tienen tan desarrollada la vista como sí el oído, lo cual les da un sentido tridimensional del mundo, que es mucho más amplio que la visión.
Fuente: Physorg y Surfrider Foundation